lunes, junio 22

“Lo llevo por ti, Papá”



Si la genética hablara... sé exactamente lo que diría.
Tengo a un sabio en mi casa, el que día a día enseña los pasos a seguir en un camino más estrecho y sin luz.
Inteligencia innata, solo adquirido por los mejores.
Hasta escribirían de él, una novela, un best seller sería.
No es artista, pero si trabaja cada día para demostrar que con su limitez, es mejor que Davinci.
Tampoco es un Einstein, pero no necesita cálculos cuadrados ni raíces cuadradas, para saber calcular un amor infinito e incondicional.
No es perfecto, mas es genial. Hace ya un año, que demuestra lo valiente que es. Luchó con cocodrilos de bata blanca, contra insecto desmanchador de piel, con la hipocresía de muchos y con el apoyo de pocos, se hizo fuerte.
Hay un hombre que le debo mi vida, y una deuda que ni Dicom calcularía. Solo Dios sabe cuanto es.
Agradecida u bendecida me siento cada vez que te veo con nosotras. Como cada parte de mi sabe y trata de dimensionar el amor que siento a mi protector natural.
El sabio no es quien más sabe, sino es que más ramifica ese conocimiento.
Hoy, tus hijos, te dices que te quieren... tal vez no con palabras concretas, ya que la genética actúa, ni siquiera con un emotivo beso y abrazo; pero sé que tu entiendes cada uno de nuestros gestos.
Ahora Papá, eres un ejemplo para un, ya en el presente padre y a un futuro que se que lo hará genial.
Ejemplo para una mujer fuerte, y para una mujer, que sabe que tiene un héroe en casa.

Te queremos mi viejito lindo.


PD: Martínez!, eres genial!!!