miércoles, septiembre 21

Verguenza de Violeta II

Te seguirás avergonzando de mi...

ahora lo reconoceria en cualquier parte, con solo sentir su aroma. Sin etiqueta si publicidad, un aroma unico que sale entre su hombro y su cuello.

Fases, constaban que cada seg. cada palabra seria una nueva fase. Rogaba para que fuera una decepción, que de verdad mis teorías acerca de el, fueran erróneas. Pero solo confirmaban una tontera del musculo en mi pecho.

Bastaron 3 dias, largos dias para saber que pasa. Fase de reconocer cuando estas enamorada, cuando de verdad te interesa hasta el mas idiota de los detalles que te cuenta... aunque sea un "bn, piola. tu?". A sabiendas que esa sea la respuesta del puntapié para una conversa, Dios sabe de que.

Es como una pésima droga, que me quita el sueño, todos los dias, que a pesar de tener muchas ganas de dormir, no puedo dejar. Porque necesito esa droga para dormir tranquila, nuevamente en el antro de fantasias e imaginaciones, soñando que puede ser mio. No solo pasional, sino como complice de estupideces. Donde griten y envidien de lo bien que lo pasamos acompañandonos. Sin necesitar a nadie mas. Saber que suficientes somos los dos.

Un libro denso que te engatusa, cada página que saboreas con el vaiven de las palabras, es un manjar. Un libro sin indice ni final. Como "rayuela", inexplicable, raro, denso. Pero que enamora, y encanta. Eleva el egoismo a tal nivel, que no kieres prestarselo a nadie, solo tenerlo para ti. Eso es el. Un libro que, con sus hojitas deterioradas por 5 manos distintas, que lo hace mas preciado aun. Dan ganas de cuidarlo más. Casi dejarlo en el lugar privilegiado de tu biblioteca, vacía por cierto, al lado de los discos que nunca escuchaste entero.

No más metaforas. Es un hombre, reconocelo. Lo es. Simple y sustancial hombre. Que llena cada maldito espacio donde no quieres reconocer que está. Que invade tu territorio blanco. Con un permiso especial, sonrisas, conversas, temas, ideas, complicidad. Que bello permiso le he entregado, y a pesar de ello, dudo que lo conserve.

En una de esas, lo conserva como un permiso más, y lo apila en su cajita de cachureos, sin sitiales. Solo un recuerdo, una memorabilia. Y hasta con eso seria feliz. Al menos seria alguien, no un algo mas.

Numeración de fase? nunca enumero nada, pero te aseguro, que haria el calculo de las veces que guarde conversas (3), dias conversando (56), canciones (13+3), peliculas (6)...
A veces, cuento el número de veces que me bese, que me sienta consigo. Espero poder contarlas alguna vez, mientras, seguirán siendo estadísticas imaginativas.