domingo, octubre 20

amor y odio

Mi relación con mi padre, es así. De amor y odio. De esas ganas incontenibles de dejarlo solo, no oírlo, ni sentirlo cerca; pero que de alguna forma, si le pasa algo me dolería mucho.
Siento que él es el culpable de mis miedos, y mis problemas en general. Mi chivo expiatorio. 
Que ahora debería dejar ese sentimiento, porque "le queda poco tiempo" mas no puedo, aun hay un algo que me impide siquiera tenerle estima alguna, si se puede decir asi.

Me molesta oirlo, haciendo cualquier tipo de sonido. Me molesta saber que esa televisión tan alta le pertenece y que cada día está mas sordo, y mas lento en su raciocinio.

Será que es consecuencia de su enfermedad... Diabetes? si. Pero me refiero del MACHISMO. 
Siempre será tema de conversación para mi. Me cagó la vida. Me aburre cada día esto. 
Cada viernes, en mis terapias psicológicas, siento que en vez de quitar una telita de cebolla, que se va en cada terapia, llego molesta a casa, con rabia, con "porques" en mi cabeza. 
Como unos padres te pueden hacer eso?, solo porque su educación anterior fue asi?. 
Trato de erradicar todo mal, pero esto a veces me supera. Cuando llega ese momento en que cada fin de semana se hace insoportable, mas o tanto mas que la propia semana en el trabajo, es cuando te fijas que efectivamente, algo anda mal. Que ese "control total" por todo, se te va de las manos, porque solo quieres ver y sentir, que no se esté presionada a algo, como lavar los platos a penas lo usas, si no dejarlo para luego lavarlos. Hasta ese tipo de control presiona mis padres. Es molesto.

Creo, que la solución a todo esto es irme de acá. Hacerlo por las mias, sin ayuda. A ciencia cierta sin ayuda.
Poder tener los cojones de salir, con $ encima e independencia económica que AUN no tengo. Hacer lo que me gusta, llamar a los viejos y decirles que los quiero mucho, pero de corazón, no porque mi madre me cobre sentimientos. Verlos de vez en cuando y volver a la casa que me vió nacer con la nostalgia que esto conlleva, no con la rabia que tengo ahora.
Giro en círculos con ésto, sin rumbo delimitado aun, sin saber que hacer de por vida. Solo decir: Amo lo que hago, amo mi vida.

Esta ultima frase nunca la he dicho, nunca he sentido las ganas de decirlo, porque no se ha presentado. Que ganas de poder decirlo, que ganas de poder retratarlo y comentarlo de por vida.

Ahora solo queda luchar, peliar y seguir peliando. Soportar y soportarme con estas salidas de madre. Soportar al que me dio la vida. El que me crió con la cruz del machismo y que, diariamente, hago lo posible para quitarme de encima. Sacarme de encima el chantaje emocional de mi madre, que siempre está en los rincones de mi alma. Dejar el alma libre sin que tenga que estar atascado.