lunes, abril 21

Intro 1

Si cada cielo tiene sus capas, si la delgada línea que nos separa de la muerte, arriba o abajo, está en capas… la vida tendría que tener la misma clasificación.
Siento que he vivido tanto como para cansarme a mis 25 años, contar historias hostiles y bellas al mismo tiempo, en que he vivido cuan si fueran siglos.
Pareciera que cada capa estuviera cargada de ella, de hojas llenas de líneas sin sentido pero contando algo entretenido o interesante al menos.
Cuantas capas tiene el hombre? 7? 9? Números repetitivos en la historia de la humanidad. Los números exactos de vida entera, manifestada en una ecuación incalculable de valor y palabras.
Universo propio en cada uno, lleno de galaxias cantando al unísono, coros de alegría o tristezas según sea el caso.
Cual es tu canto ahora?
Acostarse en el pasto, es solo un acto mínimo de la inmensidad del cosmos, de cada uno de nuestros cosmos. Capas? Quizás, universos, planetas, oscuridad y luz viajando rápidamente, bailando juntos en un vals.
Que extraña quimera se tiene entre manos cada ser humano. Que extrañeza que existan tantas personas en un solo cuerpo, como se aguanta ello. Hablando, viviendo, escribiendo, cantando, tocando, manifestando.
Dimensionar lo pequeño que somos da miedo, me asusta con solo pensarlo. Pero si esa pequeñez física es solo eso… física.

Somos gigantes carajo!, gigantes de pensamiento y de historias, biblias completas con autor conocido contando diariamente las vivencias, hechos, virtudes. Todo eso se es. Sin vuelta atrás, escribiendo notas sin termino conocido! Solo escribe! Solo vive!

viernes, enero 10

Balance.

Ya llevamos 10 días desde que le dijimos adiós a 2013. Recuento? Año intenso, de decisiones y despojarse de "cáncer mental" que por tantos años me persiguió... persigue, mejor dicho.
Un año, en que aprendí a respirar, suena ilógico, raro que una persona tenga que aprender a hacer algo tan inherente a la persona, pero eso pasó.
Me fije que tengo una conexión increíble con mi cuerpo, el que tantas veces he aborrecido, pero que sin embargo, ha estado ahí como un templo-bunker, con aguante para con mi personalidad y caídas.
Aprendí que no soy todo lo malo que creo ser, o como se me inculcó, o como creo que se me inculcó... tal vez entendí mal el mensaje, eso explicaría muchas cosas a decir verdad.
Despojar no es solo quitarse capas, cuan si fuéramos cebollas, o streaptease, depende de como se vea, sino de quitar lo malo, lo que no sirve, lo que de verdad te hace daño, porque tu personalidad, tu persona no te lo permite. No tu religión ni educación. Solo tu persona.
Me pasa eso ahora, tengo que despojarme de ciertos paradigmas de mi familia, que sin darme cuenta se repite los patrones en cada familia que ha nacido de mi familia. Hay algunos que los profeso, hay otros que no quiero hacer ello.
Mi familia, o al menos por mi apellido materno, se basa en el miedo y en la culpa; sobretodo esta última. Culpa por hacer o por no hacer, omisión u acto.
Se me explica que la culpa es una tela muy fina que nos enceguece y nos hace actuar en relación a ella. Que cada movimiento está en base a lo que ella dictamina, no lo que una cree.
Siento que de eso me quiero despojar, de no sentir culpa por hacer lo que quiero, y caerme cuando eso pase para aprender a no volver a hacerlo.
Este año, ha sido así. Tantos temas que preferí obviar para el beneficio de todos, me pasaron la cuenta, hasta que en abril explotó, cuan si fuera un volcán que sufre por no tener algun espacio en la tierra, para ser visto y admirado. Lástima que usualmente se es odiado. Igual que "mi" volcán. Decir las cosas por su nombre, trae sus consecuencias, en mi caso, casi siempre las peores. Ahora no. Dije: NO MAS. Y acá estoy, escribiendo nuevamente como terapia. Mi querida amiga.
Espero encontrar lo que anhelo, espero que las cosas se den como quiero, y si no es así, que exista algún atisbo que "lo mejor, está por venir".
Salud por uds. salud por/para mi, salud para mis padres que tanto lo necesitan. Salud para el corazón.
...y que el amor chorreen en los escritorios también.