viernes, enero 10

Balance.

Ya llevamos 10 días desde que le dijimos adiós a 2013. Recuento? Año intenso, de decisiones y despojarse de "cáncer mental" que por tantos años me persiguió... persigue, mejor dicho.
Un año, en que aprendí a respirar, suena ilógico, raro que una persona tenga que aprender a hacer algo tan inherente a la persona, pero eso pasó.
Me fije que tengo una conexión increíble con mi cuerpo, el que tantas veces he aborrecido, pero que sin embargo, ha estado ahí como un templo-bunker, con aguante para con mi personalidad y caídas.
Aprendí que no soy todo lo malo que creo ser, o como se me inculcó, o como creo que se me inculcó... tal vez entendí mal el mensaje, eso explicaría muchas cosas a decir verdad.
Despojar no es solo quitarse capas, cuan si fuéramos cebollas, o streaptease, depende de como se vea, sino de quitar lo malo, lo que no sirve, lo que de verdad te hace daño, porque tu personalidad, tu persona no te lo permite. No tu religión ni educación. Solo tu persona.
Me pasa eso ahora, tengo que despojarme de ciertos paradigmas de mi familia, que sin darme cuenta se repite los patrones en cada familia que ha nacido de mi familia. Hay algunos que los profeso, hay otros que no quiero hacer ello.
Mi familia, o al menos por mi apellido materno, se basa en el miedo y en la culpa; sobretodo esta última. Culpa por hacer o por no hacer, omisión u acto.
Se me explica que la culpa es una tela muy fina que nos enceguece y nos hace actuar en relación a ella. Que cada movimiento está en base a lo que ella dictamina, no lo que una cree.
Siento que de eso me quiero despojar, de no sentir culpa por hacer lo que quiero, y caerme cuando eso pase para aprender a no volver a hacerlo.
Este año, ha sido así. Tantos temas que preferí obviar para el beneficio de todos, me pasaron la cuenta, hasta que en abril explotó, cuan si fuera un volcán que sufre por no tener algun espacio en la tierra, para ser visto y admirado. Lástima que usualmente se es odiado. Igual que "mi" volcán. Decir las cosas por su nombre, trae sus consecuencias, en mi caso, casi siempre las peores. Ahora no. Dije: NO MAS. Y acá estoy, escribiendo nuevamente como terapia. Mi querida amiga.
Espero encontrar lo que anhelo, espero que las cosas se den como quiero, y si no es así, que exista algún atisbo que "lo mejor, está por venir".
Salud por uds. salud por/para mi, salud para mis padres que tanto lo necesitan. Salud para el corazón.
...y que el amor chorreen en los escritorios también.