viernes, agosto 12

Angelito

El efecto de una canción, es imperceptible si lo piensas fríamente.
Cuando ésta tiene un sentimiento de por medio, te deja una marca que es imposible de borrar.
Hay una canción de Violeta Parra, que siempre me ha llamado mucho la atención, no solo por el contexto en que ella lo escribió, sino también por la veracidad en sus rimas, y en el coraje de escribir, un lamento sin dolor.

Hace unos meses atrás, recibo una noticia que me congeló, literalmente mi cara. No atiné a nada, solo a preguntarme ¿porqué?.
A una amiga le llamó mucho la atención que, conocidos nuestros del liceo, estuvieran reunidos en un solo lugar, bastante discutido por ellos. En una Iglesia (una parroquia para ser exacta).
Me cuenta esto, y no me pareció tan raro, inusual tal vez.
Esto de las redes sociales, siempre he creído que es la herramienta mas fria que se pudo haber realizado, que se utiliza solo para informarse. Esta vez fue una excepción demasiado triste a mi parecer.
Basto que solo uno dijera "hasta pronto amigo mio" para entender que habia sucedido... Un compañero de media, acaba de morir en un accidente de tránsito, por salvar vidas.
Recién de varios meses puedo escribir sobre esto, mas es inevitable que mi garganta se sienta cerrada, y mis ojos se llenen de vidrios liquidos solo con escuchar su nombre, o escuchar la canción que, según yo y varios, lo identifica. Un angelito, se fue a los cielos... a rezar por sus abuelos, por sus padres y hermanitos, diria Violeta.
Me encantaría tener mas inspiración para escribir esto, tal vez es mínimo a lo que de verdad siento cuando hablo de él. Pero creo que esta es mi terapia de decir, está bien en un lugar mejor.



Javier, payasito:

recuerdas cuando nos saludaste con una nariz de payaso?, mientras cantabas "The Scientist" de Coldplay... por tu culpa odié esta canción... todos los dias ensayando el principio en tu órgano, y luego cantarla?? Era mucho, no crees?.
Creo que, todos tenemos algo de ti. Dejaste algo, tal vez haya sido esa tu tarea.
Realmente creo, que eras un barquito, el mas precioso de todos, con la nariz de payaso si. Que nunca te importó llegar a puerto, sino disfrutar lo que el paisaje te entregaba mientras viajabas. Quiero creer que, los que te conocimos, fuimos parte de ese paisaje, que recorrías con una copa de vino, aunque sea el mas malo de todos, lo engrandecías solo con ponerlo en una copa y sentir su sabor.
Aun asi, aunque sé que tu objetivo ya estaba hecho, no me conformo del todo. Soy una egoísta al pensar asi, querer que te quedaras, aunque sea un ratito para gritarte JAVI!, pero ya te tenias que ir.
No creo que sepas, pero uniste a un grupo de idiotas que no se hablan porque... nose porque.
Uniste a un curso entero alrededor de ti. Lamentablemente, no de la mejor forma.
Tu carita no brillaba, no tenias color, eras solo un cuerpo machucado, expuesto en una ataud, a expensas de miradas de tristeza y de llantos.
Recuerdo que en misa, te cantamos "Loco" de Calamaro, también cantaron una de Fito, esa que habla de la buena estrella... si supieras quien estaba a mi lado, sollozando como una niña... no lo creerías. Una profe, de las muchas que tuvimos.
Luego de terminada la misa, el ambiente no era de los mejores. Estabamos tranquilos, pero no sabiamos que aun nos tenias más sorpresas. Mi capacidad de sorpresa, que creía que estaba extinta, afloró como nunca antes. Aparece un cantante, made in chile, y decide cantarte... no puedo recordar la canción, solo recuerdo que me abrazaba de un amigo para no caerme, mientras una amiga me sobaba la espalda, para poder respirar.
Ni los más fuertes aguantaron... ni un cigarro se prendió, ni respiración se escuchaba. Solo la guitarra de él, cantandote. Y nosotros llorando por ti.
Tu polola luego dice... él debe estar cagao de la risa, casi diciendoles ¿Porque lloran?...esto es fiesta!!.
Te conocía mucho, porque es un hecho que decias eso.
Ya estás con Dios, o quien sea que tu creías, nose. Y tengo el consuelo de que estas bien, feliz como te conocí, amante de la vida como nos enseñaste.
Nunca te lo dije, pero te quiero mucho... mi estúpida forma de omitir ciertas palabras o frases de cariño... pero si, te quiero mucho. Y aun te recuerdo.




Llego a mi casa, y aun no lo asimilo. Lloro como una magdalena, sin sentirme digna de llorar o no, por alguien que solo fue mi compañero de liceo, nada mas. Un compañero más dentro de tantos.
Uno me explica que, sin importar la "categoría" en que se encuentre, solo debo dejarlo fluir, que se escapen mis llantos y que llore lo que deba.
Aun me cuesta, pero... inevitablemente lloro de cuando en vez por su partida.